viernes, 10 de abril de 2015

Ubud

Si no pasamos dos o tres días en Ubud es como si nunca hubiéramos ido a la Isla de Bali. Cuando hablamos de la historia de Ubud hablamos del río Campuhan, el cual ha inspirado a pintores como Antonio Blanco, fallecido en 1999. El artista catalán convirtió Ubud en su casa natal y allí pintó influenciado por el arte de Salvador Dalí, trabajos que hoy pueden verse en su Museo del Renacimiento. Pero hay mucho más. Ubud es la ciudad de los templos, los gigantescos campos de arroz al norte a los que los balineses rezan cada mañana para espantar a los malos espíritus- y la magia espiritual, ya es sabido que sus habitantes prestan una fuerte atención al cuidado del cuerpo y la mente. Alquilar una moto para recorrer Ubud no solo es la excusa perfecta para disfrutar de sus verdes e impresionantes vistas, sino también para descubrir restaurantes, tiendas y centros ‘ de práctica espiritual’ expandidos por doquier. El curandero y terapeuta Ketut Asana, internacionalmente conocido como el gurú de la meditación y la salud mental.




También es divertido dar un paseo por Monkey Forest, donde centenares de monos nos acompañan en nuestra caminata. Si le ofrecen un guía para que le acompañe, no hace falta; si te proponen la compra de plátanos para los monos, no los compres, ya que solo conseguiras que no te dejen tranquilo en todo el trayecto, y si llevas las gafas o la cámara colgadas en algún sitio... escóndelas porque los monos las roban y las cambian por comida. 

Sanur

A una hora de Kuta en coche se encuentra Sunur, pequeño pueblo balinés mucho menos turístico que el anterior, que ofrece un descanso inolvidable en playas de arena blanca y puntos culturales y naturales de gran interés, como en el Museo de Mayeur, con obras del artista Adrien Jean Le Mayeur de Merpes o el Jardín de Orquídeas de Bali, 2 Km. al norte de Sanur. Es destacable la venta de cocos y mazorcas, cócteles y ropa por precios inimaginables junto la playa del pueblo. Allí también existe la posibilidad de hacer distintos deportes acuáticos, como el windsurf. Yendo hacia el centro de Sanur, es una buena idea hacer una parada en el Natural Spa, donde reinan los masajes de reflexología.