martes, 27 de septiembre de 2011

Mérida (Yucatán)

Salimos de Izamal con el sol cayendo y descansados. No entiendo cómo pude tener tantas ganas de dejar el coche al final de la jornada. Bueno, sí lo entiendo. Llegando a Mérida le dije a mi acompañante que mirara la dirección del albergue y llamara para reservar una cama para él. Llamó y me dio la dirección.
El principio me resultó confuso. Las calles van numeradas de pares e impares, así que seguimos la calle 62 entre la 50 y ... pero si no llega. Estuvimos dando vueltas por allá un rato con el coche. Mi compañero de viaje llamó y confirmó la dirección. Imposible. Paramos cerca de un centro comercial después de una hora conduciendo por el casco histórico de Mérida. Realmente me estaba desesperando. No quería tomar nada pero estaba un poco deshidratado, cabreado. Finalmente accedí a una cerveza aunque conducía. Sólo una. El problema no era que estuviéramos en otro barrio. Allí los barrios los llaman colonias. En México las calles toman los números por colonias, así que en una misma ciudad hay varias calles 1, pero en la placa justo debajo pone la colonia. En este caso colinia centro. Dando vueltas al caso me di cuenta que no podía pensar con claridad. Tomé mi agenda y vi que la dirección era otra

  • Pero tu comprobaste con el albergue la dirección.
  • Sí.
  • Pues aquí pone otra.
  • A ver.
Mi copiloto estaba mirando la dirección del albergue en Campeche del día siguiente a quien, como Campeche también tiene números en las calles, pasó desapercibida la diferencia. Salimos hacia la dirección correcta y vimos el desvío al aeropuerto. Comprobé que mi maleta no había llegado y que en el sistema aparecía como entregada en Cancún pero no enviada a Mérida. Me dijeron que fuera a ver el último vuelo, si había suerte.
Dejamos las cosas en el Hostal Nómadas, otro buen sitio para mochileros con piscina y todo pero que llegamos tarde para disfrutarla. Volví al coche después de una cena rápida y me fui a por una maleta que nunca llegó. "En el primer vuelo de la mañana", me dijeron, así que volví y me di una vuelta por el centro, ya solo.
Hicimos cuentas y le dije a Walter que a las 7 de la mañana estaría en pie para ir a por la maleta e ir luego a Dzibilchatun. A la mañana siguiente no apareció, lo que fue el final de nuestro viaje.

Cenar bajo los soportales de Zócalo es una delicia, aunque el camarero no nos atendiera muy bien.

El paseo nocturno por la ciudad es agradable. De lo que debió ser una ciudad maya no queda ni resto y las iglesias me dan una idea de las pirámides que debieron ser destruidas para su construcción ya que el tipo de piedra es similar a lo que he visto antes. Las casas como en Valladolid, un estilo colonial pero los adornos, las rejas de los ventanales, el grosor de los muros y la altura de las casas me demostraban que Mérida había sido muy rica. De hecho fue la primera ciudad fundada por los españoles en Yucatán con la intención de organizar desde ahí la conquista de la península.
Un quiosco de turismo tenía todavía una persona que nos dio una revista de la ciudad, un mapa y una propaganda del Turibus. Callejeamos un rato porque había que verlo.
Miro mis notas y no veo nada escrito. Ese día estaba agotado de conducir, aunque creo que lo que más me cansó fueron las cerca de 2 horas que conduje por ciudad, y eso que Mérida es relativamente pequeña. Me metí un momento en internet y una chica francesa me pidió que le guardara una cosa. El tiempo pasó y no aparecía, hasta que apagaron las luces. Le di lo que fuera y me puse la hamaca en el cuarto para dormir. Se duerme bien en las hamacas.
Me pena no haber hecho una mañana en la ciudad pero, a las 7 estaba en pie, 7:30 desayunado y a las 8:15 que llegaba el primer vuelo ya estaba esperando para que me dijeran que no había llegado nada a eso de las 9. Esta fue la espera en la que me sucedió lo de la mocha que ya comenté. Comienza la carrera del cuarto día sin maleta y con las primeras horas del día perdidas.

Rumbo a Dzibilchactum. 

domingo, 25 de septiembre de 2011

Izamal

El plan era haber llegado el día anterior con más tiempo y haber visitado los cenotes por la tarde, a la llegada. No pudo ser, por lo que el tiempo de los cenotes se lo recorté a la visita de Tizimín, que estaba en agenda.

De nuevo había que llegar a un aeropuerto, en este caso Mérida, a buscar mi viajera mochila. No planeaba llegar pronto, y menos después del percance con el policía, así que sólo habría una parada: Izamal

Antes de hablar de Izamal voy a dar un consejo escuchado a un guía. Al parecer hay visitas guiada con barcas en Río Lagartos para ver las aves en la reserva de la biosfera. Según me dijo este hombre, si en lugar de llegar hasta Río Lagartos se va por la carretera se pueden ver las mismas bandadas de flamencos y otras aves. Me imagino que eso será un viaje bastante largo ya que si tienes que ir parando para ver el espectáculo. En cualquier caso no será para este viaje, al igual que las ruinas mayas de Izamal.

Las ruinas mayas, por decirlo así, son la pequeña parte investigada que queda después de que los franciscanos usaran las piedras de las pirámides para hacer el que era el templo mariano más grande de la América colonizada hasta bien entrado el siglo XVII. Según nos contaron, en la zona había veneración por una diosa, lo que debió dar una idea a los padres y fundaron un templo dedicado a la Inmaculada Concepción. El atrio tiene 7800 metros cuadrados rodeado de arcos. La vista es impresionante y no me extraña que sea lugar de encuentro y peregrinación. El papa Juan Pablo II visitó el lugar y declaró la Virgen de Izamal como patrona de Yucatán.

Quizás no se aprecia en esta foto, pero era muy grande. Estructura robusta y muy cerrada como, en parte, si fuera a ser un sitio defensivo. Al fin y al cabo fue casi la primera en construirse.

No llegamos a ver la pirámide de Kinich Kakmó ni los sacbé que debe haber en las afueras del pueblo, pero tampoco la destacaban en las guías, así que nos quedamos escuchando música y tomando unas cervecitas. No lo metí ni en mis apuntes de viaje y luego leo en Wikipedia que es una de las pirámides más grandes de todo México.
En el pueblo había algún tipo de celebración pero no lo apunté en la libreta, aunque estoy seguro de haberlo preguntado. Una festividad local.
En una panadería vi unas tortas que me parecieron muy castellanas y, en efecto, eran muy similares. No descubrí gastronomía del lugar que me llamara la atención pero tampoco di con alguien que realmente me supiera decir.



Como corolario de esta entrada, decir que este es uno de los "Pueblos Mágicos". Una visita a la web os ayudará a descubrir las poblaciones que la secretaría de turismo de México está impulsando. Es una buena síntesis si se quiere viajar por cuenta propia.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Imperativo en Neerlandés

Estoy dando en clase los imperativos en neerlandés. Para formarlos se toma la tercera persona del singular del presente y se pone sin un pronombre o nombre delante.
Hay varias partículas que modifican la intención del imperativo, a saber: maar, que supone permiso, toch, que es para cuando se enfatiza la orden y eens que supone relajación de la orden.
¿Qué os parece la propuesta?

Al final voy a tener que poner la palabra policía entre las etiquetas de mis artículos. En este caso para hablar de los imperativos y de los servicios. En la foto se ve a una mujer con cara de quererse hacerse entender, que ya es complicado hacer esa cara si no te está pasando la situación. Debajo se lee algo así como "Encuentra las palabras adecuadas incluso si no entiende holandés". Hace poco tuve una discusión sobre cómo un idioma cambia las necesidades de pensamiento de las personas y viceversa. En español no necesitamos esas partículas y creo que se puede dar lugar a algunos malentendidos.
En este caso la policía esta ofreciendo un servicio sin malentendidos.Tengo que mirar más detalles en la web www.beginnermaareensaan.be pero a simple vista, van a poner 3 días con traductores para atender a gente que normalmente no se puede defender en el idioma local yendo a la comisaría de Oudaan 5, en el centro de Amberes.
Los días son:

  • 12 octubre
  • 25 octubre
  • 17 noviembre
Como idea para un extranjero como yo, me parece buena, claro que habrá quien se quejará diciendo que sus impuestos se gastan en atender a los extranjeros, que se adapten ellos... Estoy de acuerdo con ese pensamiento, pero yo aún sigo chapurreando holandés y también he pagado mis impuestos.

martes, 13 de septiembre de 2011

Escribiendo

Me apetece responder a un anónimo que tiene toda la razón. No escribo tanto como debiera o pudiera. Tengo dos o tres pilas de papeles esperando a ser transcritas, interpretadas, traducidas y maduradas por mis neuronas.

Ayer tenía planeada una entrada. Cuando llego al tren me doy cuenta que no tengo la cartera. Por suerte no me tocó pagar el viaje y encima con recargo por un problema fortuíto. Así que llegué a casa y busqué bien aunque sabía que no estaría.
Me fui a la estación. De una fila me mandaron a otra para objetos perdidos. Tras dar la descripción y comprobar, no estaba, pero lo peor es que tampoco encontraban los detalles de mi bono anual dentro de su base de datos. El duplicado de mi abono no llegó pero eso no significa que no me gastara el dinero que hubiera sido para el duplicado, ya que esta mañana tuve que pagar el billete de tren. Se me pinchó la bicicleta el viernes por lo que no voy a poder ir al trabajo en bicicleta y, de paso, el tiempo que tuve que hacer de más en el trabajo impidió que empezara una entrada la semana pasada. Del rato que me tuvieron comprobando, las personas detrás de mi perdieron la paciencia e intentaron iniciar su solicitud, lo que todavía lió más al hombre y tardamos más tiempo. Al final me mandaron a la web de los trenes para que lo denunciara através de su página.

De ahí a la policía de la estación. Esperar otro poco y, como vivo en Amberes, me dirigieron a la comisaría de mi barrio.
Por el camino hice la compra. Tuve visita de una amiga desde Irlanda el fin de semana y no tuve tiempo por lo que mi nevera sólo lucía los quesos que compré la semana anterior con otra visita que decidimos ir a Gouda. De esta visita no haré más comentarios ya que no salimos de Bruselas aunque tal vez merezca una reseña futura el Museo Magritte.

En la estación de policía otra espera. Me dio tiempo a leer papeles sobre cursos para aprender a andar en bicicleta, denuncias de agresiones... un poco de práctica ya que he vuelto a clases de holandés martes y jueves (lo cual implica que hay otro par de días que no voy a actualizar y, tal vez, tampoco miércoles porque es evaluación contínua y tenemos que presentar todos los ejercicios para casa). Cuando me atendieron me insistieron en el hecho de la desaparción y no robo. Todos sabemos que fingir robo tiene sus ventajas. Te dan un papelito que es válido y que justifica que vayas sin documentación. La pérdida... traiga 4 fotos y prepare 20€
-  Pero mañana voy a ir indocumentado.
-  No se preocupe. Por uno o dos días no pasa nada.
Volví a casa intranquilo porque tengo un vuelo en el que he dado mi número de carnet como identificación. Si es Ryanair sé que me tocaría pagar porque no admiten otra identificación que no sea la que has puesto en tu solicitud de billete. En mi pasaporte está incluído el número de carnet de identidad y, por suerte, la ida la hago con otra compañía en la que probaré mostrar mi pasaporte, a ver si me ponen pegas.

Llegué a las 9 a casa. Un poco de charla con mi compañero de piso mientra preparaba una hamburguesa con comino, cúrcuma y pimienta y, cuando me quise dar cuenta, tuve el tiempo de hacer dos llamadas que tenía pendientes mientras dejaba que la digestión avanzara un poquito y a la cama, que me levanto a las 5.

Ni entrada en el blog, ni cine ya que quiero ver "Habemus Papam" de Nanni Moretti, ni nada de ejercicio. Sensación incómoda de día perdido.

Lo siento por mis lectores pero me alegro de que mi vida esté llena de visitas, pérdidas de carteras, pinchazos, películas y diferentes cosas que luego pueda contaros. Sólo pido paciencia.

Al final la cartera se cayó en el trabajo y la he encontrado esta mañana. Buena noticia para un martes y trece ¿no?