lunes, 24 de diciembre de 2007

Aachen, Aken, Aquisgrán, Aquisgrana

Como "mal" viajante, me volví a dejar la cámara de fotos. Así inicié mi viaje a Aquisgrán. Lo que véis aquí es resultado de mi encuentro con una de las mujeres más fascinantes con las que me he encontrado últimamente. Su nombre es Danielah, como podéis ver escrito. Es guatemanteca, y me dibujó un bonito mapa del mundo. ¿No es maravilloso ver cómo los niños no entienden de fronteras? Guatemala, en el dibujo, está al lado de Alemania, según me explicaba. Pasé dos horas de viaje con ella como si nada. Al finalizar el trayecto, los hombres con los que estuve jugando a chromino, una especie de domino para colores basada en variaciones de 5 colores tomados de 3 en 3 en las piezas y la combinación en el tablero debía ser de al menos 2 colores iguales tocando una pieza ya puesta en el tablero. La cosa es que yo estaba con Danielah y se me acercó un hombre a preguntarme si podía ponerse en el asiento a mi lado porque tenía más espacio para jugar con otra persona que había conocido en el tren. Con el dueño de juego hablaba alemán, con el compañero de viaje francés y con la niña castellano. Al bajar del tren los padres me agradecieron mi paciencia, cosa que no se merecía porque la niña era un encanto. A partir de ahora ya sé cómo son los extraterrestres y cómo es el mapa del mundo sin políticos. Los hombres con los que estuve jugando, cuando estaba descendiendo, se pusieron a hablar holandés con el padre y le dijeron que pensaban que era mi hija.

Bueno, Aquisgrán.
Llegué a la estación y no hay señales claras para ir al centro, pero si te fijas en las señales de tráfico, en algunas, hay marcas que guían hacia la estación de trenes. Siguiéndolas en sentido inverso se llega al centro. En todo caso, a mano izquierda según se sale de la estación permanece en pié una de las puertas de la ciudad por la que se puede pasar por debajo. Bajando esa calle y luego a mano izquierda también se llega al centro.

Lo primero que me impresionó fue que, al llegar al mercado de invierno, me tropecé con una galleta gigante. Un globo con forma de galleta estaba amarrado a la parte trasera del ayuntamiento. Esta galleta se llama Aachener Printen y son típicas de allí. Como el link está en alemán, os cuento que son como los Leberküchen de Nuremberg (los más famosos Leberküchen de Alemania) pero sustituyen la miel por sirope de calabaza. Muy buenas.

Bueno antes de eso vi otra cosa que me impresionó; la ruta turística de los futbolistas. Carteles señalando hitos futbolísticos en la ciudad. Supongo que algo tendrá que ver con la reciente copa del mundo de fútbol.

Mi primera visita fue al ayuntamiento. Fue la primera elección porque es lo primero que cerraban. Me costó 1 euro entrar. Teniendo encuenta que por entrar en los servicios en cualquier lugar te cobran 40 céntimos, me parece que entrar allí tiene doble premio. Vi fotos de personajes insignes recibiendo el premio Carlo Magno, entre ellos Juan Carlos I, Felipe González Marquez y Javier Solana. Tiene unos murales muy épicos con la vida de Carlo Magno, uncluído uno con imágenes del asedio de Córdoba. No sabía que la leyenda de Carlo Magno hubiera llegado tan lejos, sobretodo cuando la leyenda de Roldan muestra al ejército volviendo de sitiar Zaragoza. Junto a estos murales no hay nada más que una estatua de Carlo Magno y una copia de las joyas del emperador.

Luego salí. Al parecer, el mercado de Navidad de Aquisgrán es típico, pero no vi nada realmente excepcional. Mucho mejor ir a Colonia y no hay muchos kilómetros de diferencia. De camino a la catedral me paré junto a una arpista que tocaba un arpa celta. Hablando con ella me contaba que el ayuntamiento había repartido las esquinas para los músicos y cada hora había uno diferente tocando. Ese tal vez era uno de los puntos fuertes de este mercado de Navidad.

Visité el tesoro de la catedral y la catedral. Tal vez traduzca los papeles de propaganda si los encuentro, pero las impresiones son que el tesoro tal vez es un poquito caro, pero se puede ver una colección de reliquias francamente vasta. Creo recordar que en algún sitio ponía que era la mayor colección de reliquias al norte de Italia. La catedral es gratuía, pero sólo nos dejaron ver la cúpula octogonal que me recordó mucho a las de algunos templos templarios. En todo caso podéis mirar el link del video que tiene la ONU y aquí dan otra visión.

Me chocó, por último, el escudo del equipo de fútbol de Aquisgran. Está encabezado por la letras Alemannia, cosa chocante porque Alemania en alemán se escribe Deutchland.

En el viaje de vuelta estuve charlando con una francesa que había estado de Erasmus en Zaragoza. Fue una charla interesante y entretenida que evitó que tradujera los folletos. En el segundo tren vine charlando con un hombre que venía de un viaje a París pagado por su compañía a todos sus empleados. Me hizo gracia. Es como una consultora para libros, donde se trata su encuadernación, promoción...

Dejo pendiente la traducción, y si alguien me pide que traduzca el texto de la ONU, lo haré.

Master de comercio Exterior

Bueno, las malas noticias, si breves, un poquito mejores.

Parece ser que saber 6 idiomas, tener experiencia internacional, estar dispuesto a sacrificar un puesto de trabajo fijo y bien remunerado, y haber trabajado en el sector no parece lo bastante bueno para la psicóloga que hizo la revisión curricular. Este año no voy a Valladolid a hacer el Master en Comercio Exterior.

Tengo varias reflexiones al respecto.

La primera que a mi abuelo le hacía mucha ilusión tener a su nieto cerca. Eso me ha partido el alma.

La segunda que me ha quedado claro que no quieren vender, que quieren formar. Pues que formen a patanes que sólo quieren inflar currículum o a hijos de señoritos con sus empresas ya montadas, en lugar de potenciar las que quieren expandirse (ojalá me equivoque)

La tercera que alguien me ha tomado el pelo. Di mi correo 2 veces y a la tercera llegó el correo con la respuesta. Me dijeron que me llamaban y no me llamaron. Me han tenido 3 semanas en vilo para saber que iba a ser de mi vida para el próximo año. Todo dependía de esa notificación.

La cuarta, que mi vida ya está decidida a partir de ahora. Voy a buscar casa en Bélgica y me voy a quedar allí al menos un período de un año.

La cuarta bis, que a partir de que tenga piso ya no tenéis escusa para no visitarme, sobretodo los de Valladolid y Zaragoza, que a partir de la cincomarzada van a poner vuelos directos Bruselas-Zaragoza.

La quinta que, si puedo, este año tengo que hacer el viaje a Kazastán y Uzbekistán. ¿Alguien me acompaña? Ya sé que me vais a decir que no.

domingo, 9 de diciembre de 2007

Cuarto día de Jánuca

Este viernes pasado salí con la gente con la que estudio holandés. Bueno, ya he ido presentando a algunos.

Mientras yo preparaba 2 kilos y medio de patatas para tortilla (una sola, otra con tomillo y otra con orégano) iba dando instrucciones a los compañeros de casa de John para que fueran preparando una tapas de foie con queso de cabra y mermelada de arándanos. Me sentí bastante chef. Fue una escusa genial para presentar vinos y educar un poco a gente de otros países que el vino bueno siempre será bueno, y que puede ser mejor que la cerveza belga. La demostración incluyó 2 Shiraz jovenes (uno autraliano y otro de Calatayud), 2 La veguilla (un joven y un crianza) y 2 varietales uno de Penedés y otro de Somontano. Con la primera buscaba enseñarles que la misma uva en distintas condiciones da diferentes productos, con la segunda, enseñar la diferencia de sabor con y sin madera, y con la tercera que cada bodega mezcla y da su propia personalidad. En la cocina cayeron un par de blancos, pero esos no cuentan.

Así que hice de cocinero y catavinos. Por su parte, John, el americano, hizo de anfitrion perfectamente. Antes de la cena hablamos de todo un poco. Me hizo gracia que me decía que entre la gente formada es difícil encontrar republicanos, osea, de los de Bush.
Es judío y empezó la cena rezando y encendiendo la vela de la januquía del cuarto día de Jánuca. He puesto el link de la wikipedia para aquellos que tengáis la curiosidad. No es lo mismo que contado por un judío, pero bueno. La segunda tradición que hicimos en la mesa, fue cortar el pan con las manos. Como en Mechelen no hay tiendas judías, hizo el pan por él mismo. Harina, azúcar, sal, aceite, huevos y hacerlo crecer y amasar 3 veces antes de cocer.

Fue un éxito, o yo al menos me lo pasé bien. Lástima que me tuviera que volver a Amberes a las 12, cual ceniciento, con Simone, una alemana que trabaja en BDC que es algo así como la atención al cliente de TUI, pero no exáctamente, así que no lo toméis como una verdad.

Bueno, y hoy estoy aquí sentado escuchando el Rock and Roll de los idiotas, ya que la huelga de trenes en Bélgica me ha dejado sin poder ir a Aquisgrán a visitar un mercado navideño y la ciudad donde coronaron a Carlo Magno.

Otra vez será.

Voy a estudiar un rato.

En Bélgica no existen el blanco y el negro

He tenido un fin de semana de lo más curioso. El viernes, creo que fue el viernes, se decidió que una de las pocas mujeres por las que me había encariñado en estas tierras desapareciera de mi vida sentimental. Si alguien lo hubiera vivido de cerca, creo que lo habría cantado hacía ya un par de semanas, pero el ver que se acerca la amenaza no significa que quieras creértela.

Eso es por dar algo de verdaderas noticias y por que veáis que no cambio, que estoy destinado a tener más amigas que pelos y menos amantes que narices.

Los verdaderos amigos, los de toda la vida, sabéis que estoy esperando algo, que hoy ha sido el primer día de mi espera, y que estoy inquieto pero no desesperado y que aún estamos dentro del plazo para saber si sale con barbas o no.

Quería contaros que este fin de semana. Hemos salido por primera vez juntos los del trabajo el sábado y el viernes me recogía a las 4 de la mañana. Me traía a casa en su coche una italiana muy interesante. Pasó una temporada con novio mejicano por lo que hablaba un fluido castellano mejicano. El momento cumbre del encuentro fue cuando nos pusimos a hablar de literatura italiana. Me contó que su bisabuelo era colega de juergas de Gabriela D’Anunzio, del cual justo hasta la semana pasada estaba leyendo “Il fuoco”. Aprendí algunas cosas del libro gracias a ella. Vi la personalidad de Anunzio reflejada en las páginas, como si aquello que me contaba fuera reflejado en un prisma sobre las páginas apenas acabadas unos días antes. Por supuesto, lo estaba leyendo en italiano, y Anunzio, lo aviso, no es para no iniciados a la lectura.

Con mis compañeros de trabajo genial. Todas las sensaciones de ser un gran grupo con gente interesante se han confirmado. Hablé menos con aquellos a quienes he dado más tiempo durante estos meses. Fui aprendiendo un poco de todos los demás y espero que ellos aprendieran de mi. Fuimos a un restaurante español, de la que la Guide du Routard señala que tiene cocina española y catalana. Tras ver la carta, lo más catalán que tenía era la bandera en la entrada y la botella de priorato a cerca de 50 euros. Yo lo resumiría como caro. Un trozo de merluza, 3 mejillones, un langostino, una cigala, una sardina y un acompañamiento con alioli, creo que andaba sobre los 30€. Bueno, tras una botella de rueda que se diferenciaba con el vino de la casa en 3 euros y otra de blanco de la casa, nos fuimos de cervezas. El elenco lo formamos por nacionalidades 1 portugués, 5 belga, 1 italiano, 1 holandés, 1 sueca y 1 español.
Entre cerveza y cerveza algunos se pusieron muy propios, sobretodo la sueca, pero yo parecía la esponja que hacía tiempos que no era y mantuve serenamente la charla sobre política europea, belga y sueca con una ex estudiante de historia cuyo trabajo final de carrera consistió en el estudio de los modelos políticos europeos a partir del tratado de Roma. Os puedo asegurar que aprendí mucho y me gustaría reflejar aquí todo, pero hubo algunas cosas que destacar. Ya son las 10, estoy cocinando los pimientos rellenos y no les quedan mucho tiempo, y después voy a la cama ya que me despertaré a las 5.

Lo que me apetece contaros es una frase que complementa el pequeño reflejo del entorno político y social que ya os presenté el otro día. El resumen lo da la frase “En Bélgica nada es negro o blanco, todo es gris. Aquí todo el mundo se separa pero todo el mundo está junto. Estoy en un país donde el cielo es gris, la política es gris (parece que el sábado se reunió el rey con algunos líderes y van a formar gobierno después de 175 días de “anarquía”) la gente es gris, la risa es gris, la música es gris, incluso diría que el arte lo es si no fuera por el siglo XVII con Rubens, Van Dyck y Jordaens sería totalmente gris.

No es que no escriba, es que paso muchos ratos sin red. Voy a colgar esto y a ver si me da tiempo de contar este viernes pasado, que es otro al presente.