La patria de una persona debería estar en su gente; MI gente, MIS amigos, MIS amores, MI familia... son los únicos por los que lucharía, por los que enarbolaría una bandera sin blasones porque no los necesitamos. Estandarte sordo ya que no necesita algaradas para mantener el espíritu, no necesita de grandes palabras para defender unos ideales porque el alma no vocaliza, ni el amor, ni la hermandad.
Hoy, como otras tantas veces, tiene el color de las lágrimas.
1 comentario:
Me ha contado tu madre que vas a hacer varias visitas a España en estas próximas semanas, así que llénate de energía. Y ya contarás cómo ha ido lo de los vinos.
Recuerdos, figura.
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