martes, 27 de mayo de 2008

El trabajo en la India

Esta entrada ya se estaba retrasando por no poder encontrar el catálogo del festival de cortos de Lovaina. La página no es muy exhaustiva y no detalla los cortos a concurso. En el catálogo se comentaba un corto sobre los estibadores del puerto de Mumbai y de sus colas delante de los patrones por conseguir 1 euro al día. Comentaba el corto que había hasta peleas internas.
La India es una nación joven que podría, tranquilamente, separase en otras 5 naciones por cultura, lenguaje... pero una nación unida puede hacer frente a los desafíos económicos del presente. Cuando Gandhi dejó India, se mantubo como estado socialista (y tercermundista) hasta 1991, momento en el que los políticos decidieron rendirse a Fondo Monetario Internacional y abrir fronteras a cambio de dinero. El dinero les ha servido para un desarrollo industrial fuerte, con un mercado interior increíble, sobretodo cuando a 1100.000.000 habitantes se les mete en la cabeza que el consumismo es posible. La nación del tantra, de la meditación y del crecimiento espiritual vejada por el dinero y el desarrollo insostenible. Hago referencia a que, cuando el FMI presta dinero, lo hace a cambio de que las empresas extranjeras puedan operar libremente en el país y la economía de consumo pueda ser potenciada.
El país de tan marcadas diferencias sociales se vuelve cabeza a abajo. Las castas ya fueron abolidas por las primeras leyes de Gandhi, pero era difícil un cambio radical. El socialismo hacía que hubiera un status quo económico que, a la par, propiciaba el mantenimiento de la cultura tal y como se había conocido hasta entonces. El país evolucionaba adecuadamente. La entrada del dinero del FMI provocó que la casta de comerciantes se forteleciera, las castas inferiores pasaran a morir de hambre y las intermedias a poder ascender económicamente si el trabajo se lo permitía. La casta de Bramanes, prácticamente ha pasado de ser la más venerada, ya que eran los que más cerca se encontraban de los dioses, a ser limosneros. Así, con este panorama, hoy en India la gente se muere de hambre, duerme, cocina y vive en la misma calle. Toda esta gente que, con el sistema socialista tenía una seguridad social ahora ya no la tiene porque el sistema se ha privatizado. Luego está el grupo de los trabajadores misérrimos, como los estibadores ya comentados. Pondría como tercer estadio los trabajadores de servicios, oficinas... que son sólamente pobres. No se si aquí incluiría a mis compañeros de trabajo en Mfasis.
He estado allí y puedo asegurar que no es la calidad con lo que compiten. Los trabajadores están contratados para hacer jornadas de 8 horas pero hay algunos que hacen 10, e incluso 16, siendo pagados lo mismo. Las horas extras no existen si no son acordadas con el jefe, y nadie las pide por temor al despido. Están compitiendo exclusivamente con precio y esclavismo. La legislación laboral es prácticamente inexistente y, el gobierno, para mantener el crecimiento, no parece que vaya a hacer nada y así seguir absorviendo cifra de negocio. No en vano India lidera el número de bajas muertos por accidentes laborales. A esto añadir que el gobierno indio ha propuesto vacaciones fiscales a las empresas de informática que se instalen en India, según una ley fiscal que durará hasta el 2009 y que no me extrañaría que la prorrogasen. Por esta medida no hay que llevarse las manos a la cabeza; la Unión Europea ha hecho lo mismo para favorecer el desarrollo en Irlanda.
Después de este nivel social, puede que haya bastantes comerciantes con ingresos más altos, pero no se notan, al menos en Mumbai, y se salta directamente a los ricos y riquísimos.


He visto a una compañera de trabajo pagar 10 euros por un tequila en una discoteca cuando su salario es de 600 euros brutos. Mis bonos de comida son de 5,58 euros y los suyos eran como de unos 80 céntimos de euro. Una comida nos podía costar entre 60 céntimos y 1 euro, pero una cerveza costaba 2,5 euros a 3 euros. Cuando aún hablo por el messenger con algunos de estos ex-compañeros, veo como los fines de semana no salen.

Mumbai es una ciudad consumista donde mucha de su espiritualidad, creo, se ha perdido. Bollywood es sólo la punta del iceberg que esconde 16.000.000 de habitantes deseosos de comprar. La publicidad no es como la occidental, ya que las mujeres van tapadas de pies a cabeza y no hay torsos de hombres lujuriosos vendiendo la última colonia. Dentro del aluvión de noticias que leí, hubo una que me hizo reflexionar. Chavez haciendo un acuerdo con el gobierno indio por petróleo. Aclaraba que el presidente venezolano pretende que no haya beneficio para las empresas si no para el pueblo. ¿Cuál es la verdadera cara de Chavez? ¿Qué es lo que nos está vendiendo la prensa y la emigración? ¿Qué pasa con los inmigrantes en Venezuela? Eso lo dejo para cuando viaje allá.

Para terminar, en la parte izquierda de wikipedia se puede ver que India, es el 13 país con mayor Producto Interior Bruto. ¿Cual es el precio? ¿Desarrollo insostenible? Los periódicos indios protestan contra los acuerdos de Kyoto porque el primer mundo se ha desarrollado en base a una gran contaminación y para ellos, tomar medidas contra la contaminación, es frenar su crecimiento. ¿Hay algo que reprocharles? ¿y a occiente? ¿Quién pagará las malformaciones debidas a la contaminación?

Ahora India está experimentando un periodo de inflacción salvaje. El arroz ha pasado de 16 a 18 rupias el kilo en 3 meses. La gasolina también ha subido y con ello el transporte. Una viñeta mostraba a unos atracadores cogiendo provisiones en lugar de dinero. ¿Os imaginais una subida del 44% anual? Eso es lo que están viviendo. Los salarios no suben para el bien de la economía del país pero el principal cereal de su dieta sube un 11% en 3 meses. ¿Es esto riqueza? ¿Es esta la 13ª potencia del mundo?


P.D.: El gobierno ha cerrado las exportaciones de arroz con la esperanza que la mayor oferta baje los precios, por lo que aviso a los consumidores de basmati que vayan haciendo acopio de sacos de 5 kilos.

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