domingo, 17 de enero de 2010

Inicio de año

Creo que vuelvo a escribir. Al menos hoy. Necesito hacerlo porque el principio de año se ha animado a hacerlo con viento huracanado intentando levantar este clavo oxidado.

En una semana nos han anunciado 2 noticias en la empresa que no sientan muy bien. Como queda claro y para evitar amenazas mayores de algún Hermano payaso, omito referirme a mi empresa por su nombre.
Por una parte nos rebajan el sueldo -0.47%. Basan su decisión no en el IPC, si no en el índice de salud. Es la primera vez en mi vida que oigo esto. Lo meto en google para poner un link. Paso las dos primeras páginas y no encuentro nada en inglés. Lo meto en español y me hablan de programas para el uso de la metadona. Creo que tendré que explicarlo yo mismo ya que el todopoderoso google no lo sabe: El índice de salud es la variación de los precios de consumo excluyendo el tabaco, el alcohol y la gasolina. No voy a entrar en el detalle de que también cocino con alcohol porque no es su uso principal, pero la gasolina, directa o indirectamente me afecta para ir al trabajo y no ha bajado, como tampoco ha bajado el precio del transporte. A mi nadie me ha bajado la hipoteca y el arroz me lo han subido 10 céntimos por kilo, por poner un ejemplo.

Por otra parte, la unidad de negocio para la que trabajo la venden a una empresa con 10 veces menos empleados según vox populi. Sólo puedo decir que el Hermano parece además un chanchullero. Ahora se quiere meter con mis derechos adquiridos y cohartar mi posibilidad de abandonar, de una manera digna, el barco antes de que se hunda.

La tercera es una maravillosa carta de la inspección de hacienda. Quieren verme en horas de trabajo con mi papeles. El martes, supongo, pediré día libre para ir a visitarles. Es como pedir un día de mis maravillosas vacaciones para que me den con un cirio de la calle Alfonso. "No te preocupes, si cuando la cera se caliente ya no dolerá"

La cuarta y última reseñable, es que mi octogenario abuelo ha dado con sus huesos en el hospital. Lo peor es que me levanté esa mañana pensando que alguien se había muerto. Además, no coincidía por poco con el aniversario de la muerte de mi abuela. Al fornido hombre que levantaba y arrojaba alpacas en el campo, que me llevaba a hombros cuando las espigas azotaban mis mejillas, que lidiaba con vacas y cerdos con denuedo, al final los años y unas heridas en los pies han dado con su pierna amputada y pérdida de conciencia. Para bien o para mal, no me queda mucho abuelo por delante y mejor irse haciendo a la idea.

4 comentarios:

Mir dijo...

Jo bicho... no sabes cuanto lo siento, realmente es un cumúlo de noticias muy poco agradable.

Por cierto (aunque me imagino la respuesta) ¿no tienes posibilidad de pedir un permiso retribuido para acudir a los trámites de Hacienda y no gastar días libres?

Correcaminos dijo...

Que yo sepa no. De hecho no es la primera vez que pasa y no hay nada.

Voy a perder un día de vacaciones sí o sí.

Pepe dijo...

Pues me parece una situación vergonzosa. Y lo del 'índice de salud' yo también sigo sin entenderlo.

Ánimo, monstruo.

Correcaminos dijo...

Bueno, el índice de salud no sólo se aplica en mi empresa. Quiero decir que es algo comúnmente aceptado aquí, pero al igual que el IPC español, todo el mundo se pregunta de qué demonios se compone para que salga negativo.