sábado, 22 de septiembre de 2007

Mi nueva dirección

Quizás sea un poco impresentable, pero esto seguro que alguno ya lo pensábais.

Tengo dirección y teléfono y no la he pasado. De hecho quiero haceros saber que ni mi familia lo sabe todavía. De todas maneras, aunque sea con la conexión del vecino y con cortes siempre nos queda el messenger. Con la ayuda inestimable de mi hermana ya parece que mi padre ha aprendido la lección del Messenger para ahorrar, que nunca viene mal.

Por haceros una idea, podéis meter la dirección en Google Maps. (Emiel gebruersstraat, anvers, belgium) Salen 1422km hasta Zaragoza. En cuanto al teléfono, me lo pedís cuando os animéis a venir a visitar Bélgica. El billete a Bruselas no es caro así que si alguien viene a hacer trámites a la capital de la Unión Europea, que lo diga.

Hoy, hablando con una brasileña que ha vivido en España, comentábamos que cuando vienes a un país de emigrante te pasas la vida diciendo “esto en mi país no es así, es asá” y le sacas punta a todo. Este comentario vino a la curiosa costumbre de los medios de transporte en la que la gente no respeta el orden de llegada. Tal vez sea por la mayor frecuencia o por la mayor costumbre a usar el transporte público, aquí la gente no guarda fila. Otra cosa más general a gran parte de Europa y algunos países del extranjero, es que no estás obligado a entrar por la puerta de delante, por lo que puede que pases sin pagar. Desde que he llegado no he visto ningún revisor en el tranvía y sí que he visto en el tren. Tampoco es que me importe mucho, ya que llevo el abono del transporte público para un año. Aquí, para evitar el tráfico en las entradas y salidas de la ciudad, lo primero, tenemos transporte a todos los polígonos industriales, y lo segundo, hay un acuerdo entre las empresas y el gobierno por el que los abonos por un año salen un 20% más baratos negociando el trayecto con la empresa. Es tan sencillo como rellenar un formulario Standard, llevarlo a la oficina del tren y pagar. Me ha costado 29 euros un abono para ir y volver una distancia de unos 40 km más todos los autobuses en Valonia (otro días hablaré de la geografía política de este país tal y como la entiendo ahora, que no es mucho)

Es €arísimo empezar una nueva vida. No ha sido sólo el colchón y el abono de transporte, sino el alquiler, la fianza, comprar toda la comida, la ropa para vestir a tono con mis compañeros, los primeros billetes de autobús, las primeras comidas fuera de casa porque no tenía nada en la nevera, y las compras de verduras y frutas a precios que superan con mucho los españoles si no buscas muy bien. Hasta el momento he tenido pocas oportunidades para ir a comprar ya que vengo cuando las tiendas están cerradas, pero siempre me quedan las tiendas de árabes que son como las de los chinos en España: abiertas 16 horas al día y tienen de todo un poco.Creo que os conté que nos pagaban gran parte de la comida, y es cierto, pero lo hacen a mes vencido. El próximo mes tendré derecho a 23 tickets de comida porque he trabajado 23 días en Bélgica. Esto me recuerda que, si venís a trabajar a Bélgica, debéis saber que las vacaciones se ganan a año vencido: tras trabajar un año entero, al año siguiente tienes derecho a 20 días legales de vacaciones. ¡Es como para pensárselo dos veces! Aunque la empresa no tiene obligación legal, me respetan los 24 días de vacaciones que tenía para el próximo año. A eso añadir fiestas nacionales y los 3 días comentados por los 10 minutos que hacemos de más cada día.

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