domingo, 9 de diciembre de 2007

Cuarto día de Jánuca

Este viernes pasado salí con la gente con la que estudio holandés. Bueno, ya he ido presentando a algunos.

Mientras yo preparaba 2 kilos y medio de patatas para tortilla (una sola, otra con tomillo y otra con orégano) iba dando instrucciones a los compañeros de casa de John para que fueran preparando una tapas de foie con queso de cabra y mermelada de arándanos. Me sentí bastante chef. Fue una escusa genial para presentar vinos y educar un poco a gente de otros países que el vino bueno siempre será bueno, y que puede ser mejor que la cerveza belga. La demostración incluyó 2 Shiraz jovenes (uno autraliano y otro de Calatayud), 2 La veguilla (un joven y un crianza) y 2 varietales uno de Penedés y otro de Somontano. Con la primera buscaba enseñarles que la misma uva en distintas condiciones da diferentes productos, con la segunda, enseñar la diferencia de sabor con y sin madera, y con la tercera que cada bodega mezcla y da su propia personalidad. En la cocina cayeron un par de blancos, pero esos no cuentan.

Así que hice de cocinero y catavinos. Por su parte, John, el americano, hizo de anfitrion perfectamente. Antes de la cena hablamos de todo un poco. Me hizo gracia que me decía que entre la gente formada es difícil encontrar republicanos, osea, de los de Bush.
Es judío y empezó la cena rezando y encendiendo la vela de la januquía del cuarto día de Jánuca. He puesto el link de la wikipedia para aquellos que tengáis la curiosidad. No es lo mismo que contado por un judío, pero bueno. La segunda tradición que hicimos en la mesa, fue cortar el pan con las manos. Como en Mechelen no hay tiendas judías, hizo el pan por él mismo. Harina, azúcar, sal, aceite, huevos y hacerlo crecer y amasar 3 veces antes de cocer.

Fue un éxito, o yo al menos me lo pasé bien. Lástima que me tuviera que volver a Amberes a las 12, cual ceniciento, con Simone, una alemana que trabaja en BDC que es algo así como la atención al cliente de TUI, pero no exáctamente, así que no lo toméis como una verdad.

Bueno, y hoy estoy aquí sentado escuchando el Rock and Roll de los idiotas, ya que la huelga de trenes en Bélgica me ha dejado sin poder ir a Aquisgrán a visitar un mercado navideño y la ciudad donde coronaron a Carlo Magno.

Otra vez será.

Voy a estudiar un rato.

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