miércoles, 4 de junio de 2008

Feria de Andalucía en Boom

El fin de semana pasado me di un hermoso baño de españolismo en Boom. Se celebraba una "Feria de Andalucía" a la que acudí con un granadino que tuve la fortuna de tropezarme en el ciberespacio. La mañana comenzó con un Ikea moderado, ya que fuimos buenos chicos y no pasamos de compras básicas.
Comimos juntos y fue uno de esos momentos en los que te preguntas ¿y ahora qué hacemos? Mi cita con Stephan para tomarnos unas cervezas por su cumpleaños se truncó, así que el plan de una feria con músiquita española me apetecía.

He pospuesto esta entrada para ver si las chicas de "Flamenco Fusión" colgaban un video diferente y así que viérais exáctamente lo que voy a relatar brevemente.

Llegamos con la maravilla del GPS hasta un parque bastante cuidado, con su laguito, barcas a pedales... y el fondo un pabellón y unas pequeñas tiendas y carpas donde se podía tomar embutidos, langostinos y productos variados de la tierra, como diría en España.
El caso es que descubrí el rebujito, al parecer muy popular en el sur, pero como en el norte no tenemos el vino manzanilla, pues nos dedicamos al calimocho industrial. Cayeron ni sé la de ellos. Lo cierto es que esos ritmos y el rebujito me hicieron entrar en un estado de alegría que me dieron ganas de volver al día siguiente.
Aún así pasamos algunos momentos tensos. No hablo de problemas reales, si no puntuales, particularidades que no se darían en España, o, si se dan, la gente se mofaría.
El primer detalle fue durante la muestra de danza y acrobacia con caballos. Me apuntaron que en España hace mucho que no se estila el pantalón amplio para las demostraciones caballísticas, pero a mi me llamó más la atención que los perpetradores de la danza, en lugar de escuchar la música de fondo para llevar el ritmo, llevaban sus Ipods puestos.
El segundo fue cuando aparecieron unas hispano-belgas vesidas de faralá a bailar un pedacito de Carmen. Movimientos de manos a derecha e izquierda y zapateo que sólo me podía producir asombro y risa.
La tensión creció cuando vimos a un grupo de 20 a 30 criaturas en el escenario vestidos de Mariaisabel, pero la de "Antes muerta que sencilla", no la de las últimas canciones.
Luego el grupo Flamencofusión me sorprendieron gratamente con una mezcla entre pasos de flamenco y reguetón. No cabía en mi asombro pero me gustó. Esperaba poder poner algún video que tal vez llegue en un futuro.
Por último llegó la verbena. Bailes pachangueros que hicieron la delicia de mis oídos y de los rebujitos que llevaba mi cuerpo. Llegó el momento de esconder la cabeza debajo del asfalto cuando anunciaron una jota y pusieron una muñeira. Reconozco que no me sé los palos del flamenco, pero está visto que para algunos, incluidas orquestas que se supone que deben saber lo que tocan, lo que se baila en Galicia es lo mismo que lo que se baila en Aragón, y que debemos tener una cultura única o algo así. Mi orgullo castellano-aragonés por los suelos ante la verdad revelada de que debería formar parte de la república galáica, y que claramente la cultura gallega se impone al resto.
Por supuesto que estoy dramatizando. Sé que puede ser un poco exagerado, pero ¿qué sería de un blog si no pusiéramos nuestras emociones?

1 comentario:

Anerol dijo...

Jorge,

me ha sorprendido lo de la fiesta andaluza en Bélgica, pero más me ha sorprendido que no conocieras el "rebujito".
Quizá como procedo en parte (el 50% de mi sangre)del sur y como aquí se estila mucho eso de las ferias varias (la periferia de Barcelona es lo que tiene...) yo ya lo conocía, como también sus efectos...

Lo de la jota, sin comentarios, yo hubiera sentido vergüenza ajena (también llevo sangre maña), claro, porque confundir la bandurria con la gaita tiene delito...

Besos