domingo, 27 de marzo de 2011

Dulle Griet

Era una entrada obligada desde mi artículo "Otras notas sobre cervecerías". Hay que evaluar las 10 cervecerías señaladas y, aquel día, pude comprobar dos.
No voy a ser tan exhaustivo como en las webs de valoración de cervezas. No pretendo dar una nota a cada bar si no comentar las impresiones.

Entrada del Dulle Griet frente a la iglesia de Santiago

Y las impresiones que me llevé del Dulle Griet fueron buenas. La entrada tiene un ambiente agradable y recogido, por lo que, supongo, si se llena de gente será difícil pasar al patio interior coronado por un segundo piso donde también se puede uno sentar. La decoración un poco recargada con bastante madera que da esa impresión bucólica de estar en un bar con solera.

A estas alturas no recuerdo la carta, sobretodo porque fui a la especialidad del lugar. En la pared junto a la barra se veía el vaso alargado tipo Kwak pero, echado así a ojo, con una capacidad de un par de litros. Eso había que probarlo. Cuando lo pedí me preguntaron si quería rubia o tostada, siempre de la cerveza propia del local. Elegí una tostada y me pidieron mi zapatilla. Se puede apreciar que es la única blanca entre todos los zapatos.

Mi zapatilla volante destaca sobre el resto.




Ya no podía salir corriendo con el vaso ni esconderlo en el bolso, así que lo mejor que se puede hacer es bebérsela. La cerveza no está mal pero pierde pronto gas para una cantidad tan grande; en todo caso, es recomendable pedir esta cerveza por su originalidad. De hecho, unos señores que debían ser valones o franceses también hicieron un video con mi zapatilla. Yo diría que es una visita recomendable dentro del paseo por Gante.

La marca de la cerveza.

Me parece que voy a abrir un corolario que pueden ignorar los que sólo estén interesados en saber sobre el bar.

Lo peor es que estoy haciendo a disgusto este artículo porque la persona con la que fui se ha mosqueado porque no lo he hecho antes. Cada cosa tiene su tiempo y todo llega. La paciencia es una virtud poco cultivada por el consumo.
Lo que me pasó el 26 de febrero ha marcado más el devenir de mi vida en Bélgica y mi estado personal que la visita a este establecimiento y por ello gozó de prioridad. Cosas de que los blogs sean tan personales y no tengan que seguir ningún orden cronológico.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hoy viernes me tomaba alli una cervezita...uhmmmm Bst

Anónimo dijo...

De las dos que fuimos, la otra me gustó más.