martes, 6 de abril de 2010

Estación central de Amberes

La estación central de Amberes es un monumento vivo.
Por una parte la construcción histórica de Leopoldo II, el monumento en sí. Un nuevo país necesitaba nuevos símbolos y, algunos fueron un gasto inmenso que el país se podía permitir por la explotación de recursos del Congo (por cierto, este año es el 50 aniversario de su independencia)
Por otra la obra de ingeniería. De la estación al más típico estilo europeo del siglo XIX con muchas vías llegando al centro de la ciudad, había que reconvertirla en algo útil. Ahora hay 14 vías llegando en 3 niveles diferentes, y una planta calle donde se situan de manera segura parte de los joyeros que venden el conocido diamante de Amberes. Además, se consiguió crear un túnel que atraviesa la ciudad y así evita que el tren tenga que seguir el perímetro de la ciudad y perder tiempo, como hacía antes con sus paradas en Berchem. Yo llegué cuando daban los últimos retoques a una obra que ha tenido paralizada la ciudad durante años.

A las 8 de la mañana, la tarta apenas estaba empezando a repartirse

Recuerdo a mi padre que, cuando vio la estación por primera vez me dijo :"¿Has visto alguna estación tan bonita como esta?" A lo que respondí que sí, la de Canfranc.

Sentimentalismos a parte, esta estación es un órgano vivo de la ciudad. Se hacen conciertos, muestras de cine, publicidad, exposiciones...


Tarta de chocolate con cerezas. Las cerezas congeladas, todo sea dicho.

Conciertos, por ejemplo, hicieron una fiesta nocturna el verano pasado. Exposiciones, recuerdo una de fotografía recientemente promovida por Oxfam. Los comerciantes de diamantes proyectaron entre sus tiendas un repertorio de películas de los años 50 allá para septiembre. La publicidad, tanto pública como privada. Ejemplo de pública, los panfletos para cuidarse la cabeza que ya expliqué en febrero del año pasado; privada el caso del timbre para bicicleta que me regalaron hace unos días para promover las rutas ciclistas en Limburg, hoy ha habido cocacola, y el pasado jueves una tarta gigante de cumpleaños por el primer año de Qmusic.

La tarta a las 18:30. Los últimos trozos llenaban el plato. Ya tenían ganas de que se acabara y, por cierto, las cerezas seguían frías.


Luego está la plaza. En Astridplein, se junta la entrada principal de la estación con el zoo pared con pared, y parte del edificio de la sociedad zoológica es hoy en día el museo del diamante. En el espacio restante hoy hay un dragón que se puede visitar por dentro, otro día hay teatro, otro una atracción como el carrusel Senart...

El carrusel Senart da la oportunidad de montarte en animales mecánicos que accionas tu mismo.


Pequeña explicación de la historia de Senart en castellano

Me gusta vivir en Amberes, y me gusta vivir cerquita de la estación.



2 comentarios:

Anatolia dijo...

Hola,
¡Qué gracia verte ayer por televisión!Estuviste muy bien, se nota que estás a gusto en esa ciudad, me alegro.
Hace ya bastante que no coincidimos, pero hubo un tiempo que nos veíamos con más frecuencia. Soy la bibliotecaria de la Escuela de Idiomas. Bueno, más bien era, porque hace ya casi tres años que me fui.
El blog tiene muy buena pinta, aprovecharé para frecuentarlo de vez en cuando.

Un abrazo

Josel3 dijo...

Es uno de mis sitios favoritos de Amberes, y creo que es el sitio al que más voy :P