jueves, 11 de agosto de 2011

Ek Balam

30 kilómetros al norte de Valladolid se encuentran las ruinas de Éek' Báalam  que significa "Jaguar negro" (Ek = negro, Balam = jaguar).

Llegamos allí y nos recibieron 4 personas en la entrada. El acceso cuesta 58$. Walter decide quedarse fuera y yo, una vez dentro, decido contratar por 300$ a uno de los guías. El guía en sí resultó ser una persona del lugar que ha participado en la reconstrucción de la ciudad desde que se decidió enviar a un grupo de arqueólogos a recuperar el yacimiento. Va a ser una constante a lo largo del viaje que los lugareños sepan de ruinas que no han sido recuperadas y que no lo serán por falta de dinero y que están a merced de espoliadores de tesoros.
Para situarnos, el guía me cuenta que la ciudad logra tener el respeto de todos los pueblos porque es una ciudad sagrada. Es una especie de Vaticano maya. La razón de las 3 murallas no es sólo como protección ya que el primer círculo, al parecer, no tenía ni empalizada. La razón de los 3 círculos en torno a la ciudad es más sagrada. Nos tenemos que situar en el año 300 antes de Cristo para entender la ciudad. No tenemos sacrificios humanos y los dioses serpiente no están presentes. Es una de las ruinas más antiguas que se han descubierto y se pueden visitar. Voy a hacer referencia a la entrada sobre Bram en lo referente a la trinidad. En este caso la trinidad la forman Kinich Ajaw (Dios del cielo), Ekt' Ca'an (Dios del viento) y A'puch (Dios del infierno).  El espacio sagrado es lo que se puede visitar y en su punto más alto se puede ver cómo la pirámide está reconstruída sólo en su fachada.
En el siglo IX vendrían los Itzais para imponer su nueva religión basada en el terror, la sangre y el sometimiento.

En la entrada ya nos encontramos el primer arco falso, tal y como sucedería más adelante en otras tribus centro-yucatecas. A la derecha nos encontramos el templo con un cuerpo redondeado. Resulta que el cuerpo asciende en espiral en la proporción φ.

A la izquierda queda un juego de pelota muy bien conservado. Es uno de los pocos sitios donde he visto los marcadores en las paredes todavía perceptibles. Al parecer, cuando "encontraron" las ruinas, resultó ser uno de los juegos de pelota mejor conservados de todo México y los aros, que es raro encontrarlos completos, fueron trasladados al Museo Nacional de Antropología con promesa de devolverlos cuando el recinto esté seguro y restaurado totalmente. Me contó el guía que unos jugadores de pelota les vinieron a hacer una demostración. La bola es de caucho y pesa entre 3 y 5 kilos. No sólo puntúa pasar por el aro si no que hay otros puntos en la pared que te resta o suma si estás defendiendo o atacando y los tocan.
Al contrario que los Itzies, el ganador se le otorgaban honores de regente. Los sacrificios de los ganadores del juego como un gran honor para ellos no entraría hasta el cambio religioso que he comentado.


Cuando estaban reparando la pirámide principal, falló una de las paredes y encontraron un hallazgo impresionante. Tal vez es uno de los más impresionantes frisos que he visto en todo el recorrido por Yucatán. es la tumba de Ukit Kan Le'k Tok'. Está extraordinariamente conservado y la puerta se enmarca en unas mandíbulas de jaguar sobre las que hay estucos de guerreros, un rey y algunas figuras mitológicas que, dada su antiguedad, no se repitieron a lo largo de mi recorrido.
No hay que olvidar la clara presencia de policromía conservada por milagro, ya que, como he dicho, estamos hablando de una ciudad que extiende su existencia hasta el año 1000 como máximo.

Cuando llegué a la cima del templo mayor, me comentó el guía que mirara para el sur oeste. Allí había un par de pirámides muy a lo lejos. Me dijo "crees que es Kobá o Chichén Itzá, seguro, pero no lo es. Son unas ruinas que todavía no están abiertas al público" Si unas pirámides tan grandes no han sido mostradas, la riqueza arqueológica del país es inmensa, pensé para mi.

Bajamos y nos situamos en el centro de la plaza. Me explicó el guia que la plaza está orientada hacia los 5 puntos cardinales, pues así es la concepción espacial maya. Norte, sur, este, oeste y centro. El centro está representado por una Ceiba a la que había quitado las espinas del tronco. Este hombre me dio el nombre de Ya'axche Cab. La traducción viene a ser "el eje del mundo", según leo en alguna traducción en inglés y lo relacionan con ciertos monolitos que encontré en otras escavaciones. Por otra parte, en Belize, Guatemala y Honduras hay una organización llamada Yaaxche que tiene por logo una Ceiba, y en un poema puedo interpretar Cab como amanecer, así que no me termino de decidir por una traducción adecuada por el momento. Lo importante es la sensación, y al golpear el tronco da la impresión de estar hueco y así poder comunicarte con el cielo, el aire y el inframundo con un inmenso tam-tam viviente, por eso es un árbol sagrado para los mayas. No sabré el significado etimológico pero el teórico lo intuyo.

Con todas estas explicaciones en hora y media, volví hacia Valladolid para visitar los cenotes.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Interesante el tema de la trinidad..pero Dios del infierno?. Ya iré yo misma a conocer y entenderlo mejor. El juego de pelota también interesante, pero hay dos equipos? no logro distinguirlos en el vídeo.