sábado, 4 de octubre de 2008

Centre Belge de la Bande Dessinée

Hoy toca comentario sobre un museo particular, el museo del comic belga.
Cuando lo vimos por primera vez la publicidad anunciaba un museo donde poder ver a Tintín, el belga más famoso, pero tal nombre prometía sumergirnos en un mundo que desde la infancia no había revivido ya que llevo muchos años en los que sólo leo Asterix. Así que fui al museo con la cabeza de quien va a aprender y a dejarse impresionar. Ya la entrada lo consiguió. El edificio que alberga este centro es uno de los más representativos céntricos del Art Noveau de uno de sus más afamados arquitectos, Victor Horta. A la izquierda de la entrada una brasería te da la bienvenida pero a lo único que invita entre tanta decoración de los años 20 del siglo pasado, es a tomarse un café. Junto a la Brasserie Horta hay un corredor fotográfico en el que se muestra como aquella vieja fábrica va sufriendo un proceso de rehabilitación hasta llegar a lo que podemos ver.
A la derecha está la tienda del museo con un buen número de comics. Al fondo pudimos intuir que se encuentran las salas polivalentes y de lectura. Dice el prospecto que hay 44.000 volúmenes en sus estanterías. A mi, personalmente, me parecen pocos.

Finalmente subimos por una escalinata central y nos piden 6,50€ por cabeza. En la entrada atención amable y libreta en español para poder seguir las explicaciones que tienen los paneles en holandés y francés.
La primera zona presenta el proceso de creación del comic. Pone en su sitio al escritor, el dibujante, el pintor, el redactor y el vendedor. A la izquierda hay un cuarto donde ese día ponían en la televisión los primeros dibujos animados de los pitufos de 1959 en blanco y negro. Hay referencias históricas al comic en el cine pero no más de 6 paneles de tamaño A4. Con esta visión global ya nos podemos acercar con otros ojos a la segunda sala.
Casi en penumbra recorremos dibujos en diferentes estados del proceso. Algunos pintados, otros solo marcados, otros con el texto... Lo bueno es que, ya aleccionado el ojo en la primera sala puedes valorar un poco los trazos y el trabajo que lleva. Me ha llamado la atención la cantidad de nombres hispanos que hay entre los que me apunto José F.Bielsa (curioso este comic), Casarrubio (que para no meter la pata no pongo el link al renombrado pintor), Julio Montanés , Jesús Blasco, Coria, Juan Sarompas, Rubén Pellejero y Muñoz Sampayo (este último nicaragüense)
Terminado este recorrido al que llaman sala del tesoro, pasamos a los autores belgas. Tintin nos recibe, o Georges Prosper Remi conocido también como Hergè. Saliendo de las 4 paredes continúa la visita con Spirou (Jijé y André Franquin) Marsupiliami y Gaston Lagaffe (André Franquin de nuevo) y otros muchos personajes que no me resultan ni tan conocidos ni tan atractivos.

Tras pasearme entre tanto papel y tanta historieta ya empezaba a estar cansado pero aún había más. Así que me senté en unos bancos en el centro de la sala delante de los retratos de 100 pitufos, también de origen belga del artista Peyo, y digo artista porque hay quien llama a esto el noveno arte.
Me levanto y paseo entre las revistas de BD junto a un quiosco. Veo el tebeo en francés de "La Flauta de los pitufos" que tenía yo en casa cuando era pequeño y que habré leído un centenar de veces. Llego a otro de mis favoritos. Una puerta de Saloon y una sombra me indican que ya ha pasado por aquí. Lucky Luke también fue creado por un belga llamado Maurice de Bévère de un pueblo que ahora es casi barrio de Amberes. Lucky Luke tiene el mismo guionista que mi tebeo favorito, Asterix.

De aquí se pasa a la última zona en la parte superior de la sala. Es una recopilación temática del comic. hay un expositor de erótico, otro de político del que me quedé con el nombre de Jacques Santi, otro de caricaturas que me quedé con el nombre de Tibet, otra vez Muñoz Sampayo y el diseño de aventuras, Hugo Pratt y más italianos siempre por encima y así varios autores de los 90.

Quien pretenda buscar manga, o comic americano, o incluso europeo que no haya sido relevante en Europa, que se olvide. He visto tebeos de Mortadelo y Filemón en Inglaterra, Suiza y Alemania y en ningún momento se le hace ninguna reseña. Este es un museo del la BD belga, como reza su nombre, y tratar de extenderlo es demasiado. De hecho vi unos pocos números de la revista Pilote y referencias a Gosciny y Uderzo que ocupaban menos de un metro cuadrado con el cariño que le tengo a Asterix buahhhhhhhhhh. En fin, que si eres diseñador o realmente un apasionado de los comics, visita este sitio, caso contario ven, entra, admira el edficio, tómate un café y sigue tu ruta.

Nos despedíamos de este lugar tras visitar la tienda y estar a punto de compra un ejemplar de Le Petit Nicolas para refrescar mi francés pero al final decidí que allí no. A nuestra salida Tintín se despedía de niños que salían de la biblioteca ¿Habría habido una lectura?

Chicos, hoy he puesto muchos links, así que espero que con toda esta información tengais una idea más que clara de lo que se puede ver allí.

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