El templo de Mendut es también llamado Venu Vana Mandira (templo del bosquecillo de bambú) fue descubierto en 1836 y los holandeses intentaron restaurarlo entre 1897 y 1904. Aunque algunas partes del tejado y la entrada siguen sin estar acabadas.
Justo a la hora que visité el templo estaban ensayando unos monjes la ceremonia que iba a tener lugar por la tarde.
Es un templo excelente y los paneles en relieve hermosamente esculpidos en las paredes exteriores están entre los mejores y más amplios ejemplos del arte javanés hindú del país. Personalmente me quedé un rato admirándolos. En el exterior había un guía con dos turistas franceses que no me pudo explicar gran cosa sobre los monjes budistas que vimos en el exterior, así que no me molesté en preguntar sobre el significado de los relieves.
Cerca del templo está el monasterio budista de Mendut. Suelen impartir cursos de meditación en el mes de diciembre.
Decoración lista para la celebración
Si en la guía cuentan de pasada este templo del que salí encantado, hablan menos del monasterio budista. El monasterio, al menos ese día, estaba abierto. Pude entrar libremente y un señor que formaba parte de los preparativos me contó la historia del lugar. Primero líneas generales entre las que incluye, tras varias preguntas, la historia en la cual, durante 6 años, Shiddarta estuvo meditando en el árbol de la foto. Contó también cómo los portugueses erigieron un templo católico en la zona pero, con el tiempo, los lugareños les expulsaron y trasladaron el templo de emplazamiento. De ahí saltó al descubrimiento por parte de los holandeses, lo cual hace que, cronológicamente, haya algo en medio sobre un templo perdido y hayado, interesante historia al estilo de Indiana Jones, salvo que me contara la historia al revés.
Árbol sagrado y estatua conmemorando a Siddharta.
Vista desde el centro. A la izquierda se aprecian mejor las stupas tan características.
1 comentario:
Desde luego, qué envidia de viaje!!!
Muchas gracias por compartirlo con nosotr@s.
Lorena
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