domingo, 17 de diciembre de 2006

Night of the proms

Vamos por partes.

Salí de Zaragoza a las 7:45 de la mañana. Un frío letárgico que se hizo notar en la nevada que estaba cayendo en Calatayud. Llegué a Madrid con 1 grado sobre cero, así que cuando el avión llegó a Düsseldorf con 20 minutos de retraso, la espera para el tren hacia Colonia no se hizo tan horrorosa con 8 grados a las 7:18 de la tarde. La pena es que junto al reloj había una nota que ponía "5 min. spät" (5 minutos de retraso). Tras 9 agonizantes minutos llegó el tren. Sí, agonizantes. El concierto empezaba a las 8 y el viaje en tren ya costaba 29. La impaciencia y la mala suerte se estaban empezando a confabular contra mis nervios. La cosa fue a peor cuando anunciaban por megafonía a la llegada a Leverkusen que debíamos esperar otros 10 minutos (que al final fueron 15) a que pasara el ICE, que es como el AVE español.
En el tren pensaba si sería mejor ir directamente o ir primero al hotel, pero el haber avisado en el hotel que llegaría sobre las 8 a 8:30, y no saber a qué hora acabaría el concierto, me hizo coger un taxi corriendo, dejar el carnet en recepción, la maleta en la habitación, y saltar de nuevo sobre el mismo taxi que hice esperar a la puerta de la pensión.
Luego a correr en busca de una puerta abierta del Köln Arena. No he comentado que mi entrada la tenía una persona del público, Santi Ruíz, por lo que no podía entrar así como así. Al final una pareja hizo asomar su billete por una puerta y se la abrieron. Corrí y en mi paupérrimo alemán hice entender al portero que mi entrada la tenía un amigo, y que me dejara esperarle dentro. Estas explicaciones venían acompañadas de fondo por Tubular Bells. Pasó TB, y a cada nota mi crispación crecía. Ya no cuento cuando además pasó Ommadawn. Estaba enfermando. Lo cierto es que la aparición de Santi no alivió mi decepción. Corrimos y traté de aliviarme con "O mai lovi" y "volare" de Gipsies. Reconozco que lo hicieron bien, levantaron de las sillas al público alemán, pero yo estaba en otra parte, ya fuera por el cansancio del viaje como por mi estado anímico.
Luego llegó el descanso. Saludé a Octavio, empezé a hablar ya más tranquilo con Santi, recuperé la ya difusa imagen de Ángel y Nacho, me presenté al resto y empezó la magia. No entré en el concierto hasta que OMD inundó el escenario. Maid Of Orleans me despertó y empecé a mirar y disfrutar de verdad. ¡Vaya temazo! ¡Vaya interpretación! Luego un mix de 4 piezas que presentaron en alemán junto a un striptease, y, para finalizar, Sailing on the Seven Seas. Desde ese momento me prometí poner un poco más de atención en la carrera de OMD del que sólo me acordaba del primer tema y de Enola Gay, tema que tal vez se echaba de menos, pero es que no hay más tiempo.
Tony Henri inconmesurable. Es el favorito de todo el público.
Luego Oldfield con Miriam Stockley. No fue una actuación brillante en Moonlight Shadow pero To France y Shadow on the Wall sí que mostraron el nivel que se podía esperar.
Allí, sentados a la derecha del escenario, el espectáculo sí que daba la impresión de costar los 65 euros que pagamos por la entrada, pero para verlo entero. Ahora irá este espectáculo de Night of the Proms a España con algunos cambios y veremos qué opina el público español.

Acabamos la noche en el McDonalds a mi pesar, como todos los presentes ese día saben, pero fue un momento agradable con bromas que me levantaron el poco ánimo que todavía permanecía caído por haber llegado tarde.

Mañana sigo con el segundo día, que fue el más intenso. No olvideis mirar el link que hay abajo.


http://proms.wordpress.com/2006/12/17/miriam-espana/

1 comentario:

Pepe dijo...

Una foto impagable, sí señor, Santi, Octavio, David, tú... y la mismísima Miriam Stockley!!! Pero dónde estaba el señorito Oldfield? Y lo que es más importante... no le tiraste los trastos a Miriam?

Acabo de descubrir el blog, bienvenido, amigo viajero.